Nueva York espectacular: de todo para ver
Las muestras que vienen en el MET, el MoMA y el Guggenheim; detalles de la temporada musical, el Blue Man Group y un nuevo (y polémico) ícono arquitectónico

Una de la principales muestras de este año en el clásico Metropolitan Museum of Art (MET, en el 1000 de la Quinta Avenida) conmemora el centenario de la muerte de Auguste Rodin (1840-1917). Desde el mes último, ya se pueden apreciar esculturas icónicas como El pensador y La mano de Dios junto a obras maestras como La tempestad. La exhibición estará abierta hasta enero de 2018.
El próximo 13 de noviembre, el MET inaugurará Michelangelo: Divine Draftsman and Designer, una gran muestra de Miguel Ángel con esculturas de mármol, pinturas, 150 dibujos y hasta un modelo arquitectónico de madera para la bóveda de una capilla. Se podrá ver hasta el 12 de febrero. También, a fines de noviembre, el mismo museo abrirá una esperada retrospectiva de David Hockney, artista británico que acaba de cumplir 80 años.
Apenas en marzo del año último, el MET estrenó nueva sede en el Upper East Side de Manhattan: The Met Breuer (Avenida Madison 945), en este caso dedicada exclusivamente al arte de los siglos XX y XXI. Allí se podrán encontrar, a partir del 13 de noviembre, 43 obras del noruego Eduard Munch, incluyendo 16 autorretratos poco vistos hasta ahora.
Para las dos sedes del MET, el valor de la entrada queda a criterio del visitante, pero se sugieren 25 dólares, para adultos.
El Museum of Modern Art (MoMA) es otra institución a seguir de cerca siempre que se está por viajar a Nueva York. En este caso, uno de los puntos destacados en el calendario es la gran exhibición dedicada a la brasileña Tarsila do Amaral, que se prepara para el 11 de febrero (hasta el 3 de junio) del año próximo, con foco en su producción de la década de 1920, en más de 130 pinturas, dibujos, bocetos y fotos. Entrada general, 25 dólares.
Por su parte, la sede neoyorquina del Guggenheim acaba de abrir una ambiciosa muestra sobre arte chino contemporáneo, post Guerra Fría. Son más de setenta artistas y grupos, críticos y provocadores, que se podrán apreciar hasta enero del año próximo. El valor de la entrada, 15 dólares.
Y la nave va
Aunque todavía está en construcción, algunos ya la llaman la «Torre Eiffel de Nueva York». Se llama The Vessel (La Nave) y es una enorme e intrincada estructura que coronará el desarrollo imobiliario conocido como Hudson Yards, en el lado oeste de la isla de Manhattan.
Diseñada por Thomas Heatherwick, la construcción estará formada por más de 150 escaleras (y 2500 escalones) interconectadas, con una altura de quince pisos. Sí, también tendrá ascensores para los que no puedan subir a pie. Y, como casi siempre en estos casos, el proyecto ha generado cierta controversia. En The New York Times, por ejemplo, el periodista Ted Loos la comparó con un «gimnasio en el medio de la jungla» y la llamó «la escalera de 150 millones de dólares hacia ningún lado».
The Vessel es la pieza central de Hudson Yards, lo que ya se conoce como el desarrollo inmobiliario privado más grande en la hisoria de los Estados Unidos. Incluirá más de 4000 espacios residenciales, 100 tiendas, restaurantes curador por el chef Thomas Keller, una nueva escuela para 750 estudiantes y un hotel de lujo Equinox con más de 200 cuartos.
Música, maestro
La Filarmónica de Nueva York acaba de iniciar su temporada 2017-18 con el director musical Jaap van Zweden dirigiendo la Sinfonía No. 5 de Mahler y con un concierto especial (y espacial) con la música de la Guerra de las Galaxias. El gran destacado, sin embargo, es el programa por el centenario del nacimiento de Leonard Bernstein, que ya está en marcha y continuará con diversas presenaciones hasta febrero del año próximo.
La programación tendrá lugar en la Filarmónica de Nueva York y en el Carnegie Hall, mientras que varios ballets coreografiados de su música se presentarán en el New York City Ballet y el American Ballet Theater. Además, el Grammy Museum preparó una exhibición de partituras, fotografías y objetos personales del gran compositor que por estos días se puede ver en el Kennedy Center y que entre el 9 de diciembre y el 24 de marzo estarán en la New York Public Library for the Performing Arts del Lincoln Center.
Por su parte, la Metropolitan Opera también inició su temporada 2017-18. El repertorio prevé 220 funciones de 26 óperas, incluyendo los estrenos 2016: el Ángel Exterminador, de Thomas Adès, y Cendrillon, de Jules Massenet (metopera.org).

Los hombres de azul no paran
Blue man, el clásico del off Broadway fue comprado por el Cirque Du Soleil
Hay espectáculos del Blue Man Group en Berlín, Orlando y Riad, cuando no en algún crucero o en una publicidad de celulares. Pero ver este espectáculo en Nueva York tiene un sabor especial. Es que esta es la ciudad donde el grupo de hombres azules se gestó, debutó y se sigue presentando a diario desde 1991.
Más allá de su fama global, con varios elencos actuando simultáneamente alrededor del planeta, el Astor Place Theater (sobre la avenida Lafayette, en el Soho), su casa en Nueva York, es bastante chico, mucho más reducido que los teatros de Broadway. Cuando a los espectadores de las primeras filas se les entregan ponchos de plástico, queda claro que tampoco se trata de una experiencia teatral convencional.
Lo que sigue es una hora y media frente a los tres misteriosos tipos de pelada azul entre estallidos rítmicos de pintura multicolor, pasajes de humor, juegos tecnológicos, algo de mimo, de acrobacia e instrumentos inventados a lo Les Luthiers. Pero, sobre todo, una puesta por un lenguaje único y a la vez universal, por momentos oscuro y por momentos fácil y familiar.
El Blue Man Group fue visto ya por 35 millones de espectadores y acaba de ser adquirido recientemente por Cirque du Soleil. En Nueva York se lo puede encontrar todos los días, en algunos casos hasta con tres funciones. Los precios de las entradas van de los 85 a los 110 dólares y es un show apto (y disfrutable) para menores y también para turistas que no hablan inglés, ya que es esencialmente visual y musical. También es válido para repitentes ya que la puesta se va renovando con el tiempo.