La «Copa América» del arte se juega en Córdoba y tiene también sus estrellas

Micros y aviones colmados de artistas, galeristas, curadores, funcionarios y representantes de organismos privados partieron desde Buenos Aires, Lima, Santiago de Chile, Misiones y Río Negro rumbo a la ciudad anfitriona. «Nuestra feria no compite con otras; si arteBA juega en el Mundial, nosotros lo hacemos en la Copa América», graficó el secretario de Cultura del Municipio de Córdoba, Francisco Marchiaro.
El MAC inaugura al público hoy a las 14 y las actividades se extenderán hasta el feriado del lunes en torno del campo magnético de la Plaza San Martín. El público local y los visitantes que aprovechen el fin de semana largo para pasear por la Docta podrán disfrutar de las diferentes secciones del MAC que, además de la participación de galerías argentinas y latinoamericanas, ofrece una sección editorial al cuidado de Demián Orosz y otra destinado a debates e intercambios de ideas. El país homenajeado es Perú, cuyo mercado de arte crece a la par de una economía en desarrollo.
El secretario de Cultura y Creatividad del Ministerio de Cultura de la Nación, Andrés Gribnicow, es un impulsor junto con el ministro Pablo Avelluto de estos encuentros. En pos de una federalización de las iniciativas culturales, el organismo que dirige asistió a los organizadores del MAC con 30 pasajes para invitados. Si bien hay galerías tucumanas, salteñas y patagónicas, la mayoría proviene de tres ciudades: Buenos Aires, Rosario y Córdoba. «El MAC se convirtió en un verdadero centro para la exposición y venta de obras de artistas de todo el país, es una feria bien federal en una ciudad que apuesta a la cultura y sus industrias creativas como estrategia para su desarrollo», dijo Gribnicow a LA NACION. Uno de los propósitos del MAC es impulsar la compra de obras y fortalecer una red de vínculos entre instituciones.
En 2018, la curaduría del MAC está a cargo del artista cordobés Elian Chali, que ideó una propuesta orientada a reivindicar el arte como una forma de participación política. Chali es conocido en el mundo por sus grandes murales y obras de arte público.
La clasificación de las galerías se asemeja a la de cualquier otra feria. En el espacio Crespo, situado en una carpa frente al Cabildo, se agrupan las ya consolidadas, como Nora Fisch, Ruth Benzacar, María Casado, El Gran Vidrio y Diego Obligado. El precio de las obras puede alcanzar los 33.000 dólares, que es lo que cuestan las hermosas pinturas del mexicano José Carlos Martinat, de la galería peruana Revolver. Pero hay también sorpresas accesibles, como las obras del artista tucumano Sandro Pereira, hechas sobre materiales descartables, que rondan los 80 dólares en Borde.
Dentro del Cabildo, se dio lugar a las galerías autogestivas, lo que convierte el monumento histórico en una suerte de Barrio Joven cordobés. Una diferencia sustancial con las galerías tradicionales es que las más chicas utilizan plataformas digitales para difundir sus trabajos por internet. Entre ellas, figuran las cordobesas Intemperie, doble/múltiple (de Villa María) y Movimienta, la santafesina Púrpura, M.O.R.T.E.R.O., de Misiones, y la deslumbrante Mantera, de Santiago del Estero, con una estética de feria americana y altar popular. Nadie que pasee por el Cabildo se sentirá defraudado por el trabajo de los artistas sub-35.